Actualmente la presencia de las empresas en los medios y redes sociales ha dejado de ser una opción. Cuando una marca no acredita sus perfiles sociales, genera automáticamente desconfianza, por lo que de igual forma y por ausencia, el no estar presente en Internet o las redes sociales, puede perjudicar a nuestra reputación.
Esta podría ser una de las primeras desventajas a lo que sumar a la evidente pérdida de competitividad y desconfianza asociada a esta “ausencia”. Resulta obvio decir que la clave del crecimiento de los negocios aumenta cuanto también lo hace el número de clientes o el compromiso de estos hacia la propia marca o empresa. Un aspecto que gracias a las redes sociales puede verse fortalecido.
Cerrar las puertas de Internet y las redes sociales es hoy, sin duda, un freno para el crecimiento de nuestra empresa.
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