Algunas características que tiene que tener una cuenta corporativa para funcionar con éxito. Por supuesto, la receta no es infalible, y
necesitarán entre sus filas a un buen Community Manager, entre otras cosas.
· Contenido de calidad: los usuarios quieren ver cosas
interesantes, de una forma divertida. Si es contenido viejo, noticias de ayer,
o cosas de ese estilo, no harán click y no visitarán nuestra página. Ya lo han
visto, y están sedientos de cosas nuevas. Por eso, tenemos que estar preparados
para encontrar y publicar información rápidamente. Y, dependiendo de qué tipo
de cuenta manejemos, tener la creatividad de publicar cosas divertidas.
Imágenes y vídeos: lamentablemente el texto ya no es tan
atractivo como años anteriores. Las personas no leen demasiado en la pantalla y
buscan encontrar otro tipo de contenido y nuevas maneras de interactuar con los
demás. Ahora la interactividad reside en imágenes y vídeos, encontrar una forma
de acoplar contenido audiovisual al texto que queremos decir. Algunas empresas
desarrollan campañas gráficas exclusivamente para Facebook o Twitter. Y eso no
está nada mal.
Respuesta rápida: volvemos a insistir en la importancia de
una respuesta rápida a la hora del manejo de las redes sociales. Los usuarios
se encuentran pendientes de lo que vamos a decir y de lo que vamos a
responderles, y la buena imagen que tengamos dependerá de la rapidez que
logremos a la hora de atender las demandas.
Buen uso de recursos: las redes sociales nos ofrecen una
infinidad de maneras de acercarnos a nuestros usuarios. Tomemos a Facebook, por
ejemplo. No solamente tenemos la posibilidad de tener una página empresarial
sino que además podemos usar Facebook de mil formas posibles gracias a la
creación de aplicaciones en OpenGraph, las solapas personalizadas en iframe que
podemos usar para literalmente insertar una página web interactiva dentro de
Facebook, y más.
Rápida adaptación: pero, como todas las cosas, las redes
sociales cambian, y rápido. Las empresas tienen que tener la capacidad de poder
adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones y las nuevas reglas del juego
que se nos ofrecen. Los usuarios, cuando cambia el diseño de Facebook, por
ejemplo, siempre crean grupos de protesta para que vuelva el diseño anterior.
Las empresas no tienen tiempo para esto: a la hora de salida de un nuevo
diseño, ya tienen que ser expertas en cómo aprovecharlo al máximo.
Identidad: las cuentas corporativas en redes sociales tienen
que tener una clara identidad. ¿Qué es lo que diferencia a Coca-Cola del resto?
Que tiene una buena estrategia de branding y por donde vayamos, vamos a
encontrar su marca. Sería poco creíble que una cuenta de empresa no tenga bien
indicado a quién pertenece. Por ende,
nos tenemos que
tomar el tiempo
para identificar bien nuestra marca (o la sección de la marca
a la cual pertenezca la misma). Además, si vamos a utilizar a un vocero de la
compañía como el manager oficial de la cuenta, tiene que estar debidamente
identificado, así las personas saben con quién están hablando.
Objetivos: la cuenta en redes sociales de una empresa o
marca tienen que tener objetivos claros. Aunque luego cambien o varíen de
acuerdo con la experiencia, se tiene que tener un horizonte despejado. ¿Qué
vamos a hacer en esta cuenta? ¿Vamos a ser un servicio de atención al cliente?
¿O simplemente un canal de difusión oficial? Ninguna de estas cosas está mal,
pero se tiene que definir a la hora de planear una estrategia de comunicación.
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